martes, 10 de febrero de 2009

Museo de Bellas Artes de Sevilla y exposición de Juan de Roelas. Sevilla-1560-1625

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Exposición dedicada al pintor Juan de Roelas (1560-1625), artista fundamental en la Historia de la Pintura de nuestra ciudad, al ser el introductor de los sentimientos en los personajes de sus obras. Gracias a él, la Escuela sevillana tomó un rumbo diferente al seguir las corrientes que venían de Europa y que mostraban una mayor humanidad en las figuras divinas.

La muestra recoge 40 lienzos provenientes del propio Museo de Bellas Artes, además de otros centros artísticos de Madrid, Bilbao, Valladolid y Canarias.

Biografía de Juan de Roelas aquí

Recorrido por la exposición:


  • La serie de seis santas inglesas (Santa Margarita, Santa Helena, Santa Edith, Santa Walburga, Santa Milburga y Santa Edilberga) de la Iglesia de San Miguel y San Julián de Valladolid.
Este conjunto, representa a seis santas medievales inglesas, que tuvieron en común su pertenencia a la monarquía, reinas o princesas, todas sobresalieron como firmes defensoras de la cristiandad.

La persecución que motivó la reforma protestante a finales del S.XVI, obligó al exilio a aquellos que quisieron realizar la carrera del sacerdocio. Con ayuda del rey Felipe II, se fundaron en España al igual que sucedió en otros países cercanos tres seminarios para ingleses, con la condición que después ejercieran en Inglatera.
Las pinturas fueron encargadas a Roelas, de acuerdo a un modelo común que siguió también Francisco Pacheco, cuyas pinturas de reyes llegaron al seminario de ingleses de Valladolid en 1602, pudo ser este mismo año cuando Roelas realiza esta serie, justamente antes de su traslado a Sevilla.
Este conjunto de pintura, recordaba a los estudiantes la tradición católica de la iglesia en Inglaterra, a pesar de la separación de Enrique VIII y la reina Isabel I de la iglesia de Roma.
Las pinturas fueron encargadas a Roelas. Las santas son representadas de acuerdo a los rasgos principales de su historia. En el cartucho oval que simula piedra aparecen unas palabras del libro de los proverbios, donde se exalta la audacia de la mujer.
Bajo ellas, unas breves biografías de sus vidas.

  • Virgen con Niño y Santos, y el canónigo Bartolomé Cairasco, perteneciente a la Catedral de Canarias.
Esta es una de las obras de la escuela sevillana de pintura que más influyo en la formación de la pintura barroca.
La escena muestra a la Virgen con el niño en un rompiente de luz y delante a Santa Catalina, titular de la capilla para la que fue encargado. San Bernardo en actitud devota besa las manos del niño, en el fondo del lado derecho está la figura del canónigo Bartolomé Cairasco y Figueroa que fue quien encargó el lienzo.

  • Visión de San Bernardo o Lactación de San Bernardo, de 1611, perteneciente al Hospital de san Bernardo.
La escena representa el momento en el que el santo recibe la leche del pecho de la Virgen, en un ambiente encendido. Sobresale el rostro de San Bernardo de un naturalismo tal que nos hace pensar en el retrato de una persona anciana. De gran interés resulta el paisaje de la zona inferior derecha y el bodegón. El mobiliario, la estampa y los libros, en la zona de la izquierda, una de las mejores naturalezas muertas de la pintura sevillana del SXVII. En el lomo de un libro, está rotulado el nombre del pintor.

  • Sagrada Parentela, es una alegoría a la Inmaculada, pertenece esta obra al convento de Santa Isabel en Marchena (Sevilla).
Se encontraba originalmente y hasta el S.XVIII en el centro del retablo mayor de la iglesia Jesuítica del colegio de la Encarnación.
Desde el punto de vista estilístico es clara la modernidad técnica de Roelas, amplias y prolongadas pinceladas, incipientes contraluces, con un colorido nuevo y transparencias que prefiguran lo que sería la gran pintura barroca sevillana. Además la cuidada iconografía que pone de manifiesto al Roela humanista que se adecua a las exigencias doctrinales de los Jesuitas.

  • La liberación de San Pedro (1612) Juan de Roelas hizo esta obra como dote por su ingreso en la Hermandad de San Pedro en 1612, formada por sacerdotes seculares.
Roelas configura esta pintura a base de contrastes, la oscuridad de la cárcel contrasta con la luz que baña a los personajes del primer plano, un interesante juego de luces se reproduce en esta pintura que evidencia el conocimiento que poseía de la pintura italiana de la época.

  • Copia del autorretrato de Roelas. Esta representación del pintor, es una copia de un autorretrato original del propio Roelas que pertenecía a la colección de William Stirling Maxwell en Keir (Escocia). De esta pintura, se realizan tres copias durante el siglo XIX conservándose una de ellas en el ayuntamiento , procedente de la galería de retratos del Palacio de San Telmo, otra en la biblioteca de la universidad y la última en la academia de Bellas Artes

  • San Juan y La Dolorosa de la Hermandad de la Vera Cruz, Parroquia de la O de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
    Estas dos obras fueron realizadas para el retablo dedicado a la talla del Crucificado de la Vera Cruz, obra atribuida al ingeniero Francisco de Ocampo y fechada en 1620.
    La Dolorosa se representa como el modelo iconográfico de Stabat Mater, mientras que San Juan Evangelista presenta rasgos más naturales. Roela crea en estos dos lienzos una expresión muy humana, con elementos que reúnen el naturalismo y el misticismo, características de sus obras especialmente en su trayectoria final.

  • Anunciación de la Virgen y Encarnación del Verbo perteneciente al palacio episcopal de Huelva. La presentación de la Anunciación procede de la antigua iglesia mercedaria de Huelva, y estaba situado en la calle lateral del retablo de la Virgen de la Merced.
    La atribución del lienzo a Juan de Roelas ha sido realizada recientemente y aceptada unánimemente por los historiadores de arte. Estas obras se realizan por encargo del duque de Medina Sidonia para el convento de la Merced de Huelva, con motivo de su fundación. Un estilo menos acabado, muestra la participación de su taller.

  • Alegoría de la Inmaculada Concepción del Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Con gran aparatosidad, esta escena está diseñada para una lectura lenta de forma que se puede captar todo su significado y entender todo su complejo discurso narrativo.
    La escena se divide en tres planos, El celestial de forma circular que ocupa casi toda la mitad superior de la superficie pictórica, la terrestre y la infernal, dispuesta en un ángulo en la zona inferior.
    Se desarrolla un compendio monográfico de exaltación inmacudeista a las imágenes y en los emblemas se recogen textos en el que se expresa el deseo de Dios de crear a la Virgen sin pecado.

  • Martirio de San Serapio, del Museo de Bellas Artes de Sevilla.
    Descripciones del s.XVIII del convento de la Merced, actual museo de Bellas Artes, hablaba de la existencia de una amplia serie de mártires de Roelas en los muros del claustro mayor. Dispersos los cuadros en el s.XIX, se ha identificado este como uno de sus lienzos perteneciente a esta serie de mártires mercenarios.
    El taller de restauración del museo, ha llevado a cabo un complejo trabajo para la recuperación de esta obra con el objeto de exponerla en esta muestra. Durante la intervención ha aparecido la firma del artista.
    San Serapio nació por el año 1179 en las Islas Británicas. Fue soldado del Rey Ricardo Corazón de León fue dos veces a Tierra Santa, y en el año 1212 viaja a España con el archiduque Leopoldo de Austria, para ayudar al Rey Alfonso en la guerra santa contra los moros.
    Aproximadamente en 1220 fue destinado para acompañar a Beatriz de Suecia a España, quien iba a contraer matrimonio con Fernando de Castilla. Allí se estableció y conoció la Orden de la Merced, a la cual ingresó en1222.
    Realizó varias redenciones en algunos territorios invadidos por los musulmanes. En una de ellas, el año 1240, quedó como rehén, dispuesto a cumplir el cuarto voto de la Orden: "Quedarse en rehenes, dar la vida si fuere necesario".
    El dinero del rescate no llegó a tiempo y el Rey de Argelia, su captor, ordenó que le crucificaran y le arrancaran las vísceras estando aún con vida, con el fin que renunciase a su fe cristiana.
    Fue un religioso de extraordinaria santidad y virtud, ejemplar en la práctica de la abstinencia, fervoroso en la oración y dotado de ardiente caridad en la redención de los cautivos.
    La Orden Mercedaria lo considera Patrono de los Enfermos.

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    Retablo de San Andrés. Estas dos pinturas formaban parte del banco del retablo dedicado a San Andrés pintado por Roelas para la capilla de Santo Tomas de Aquino de Sevilla. Estaban separadas por el tabernáculo que decoraba con la pintura del Niño Salvador. El retablo era precedido por el gran cuadro de San Andrés Mártir.
    -Baustimo de Jesús en este cuadro, Roelas recoge el preciso momento en que Jesús despues de ser bautizado en el rió Jordán, reclutó a sus primeros discípulos, San Andrés y su hermano Pedro, cuando se encontraban pescando en el lago Genesaret de Galilea.
    Se observan rasgos propios de la pintura veneciana como de la escuela flamenca.
    -Niño Jesús Salvador excepcional ejemplo de su estilo en los inicios del naturalismo en la escuela sevillana. Constituye una novedad en cuanto a su monografía, sencilla en su configuración pero muy rica en su lectura y contenido. Se aprecia la influencia veneciana en la utilización de un suntuoso colorido de ricos matices, donde dominan las tonalidades cálidas. Algunos especialistas buscaban además la influencia flamenca, atendiendo sobre todo su gusto por el pormenor naturalista y sentimiento por lo popular.
    -La predicación de San Andrés Realiza una novedosa composición en la que muestra la escena a las afueras de una ciudad, lugar en el que el discípulo de Cristo adoctrina a varios discípulos agrupados a ambos lados.
    Hay que destacar la armonía del colorido y la profundidad en la representación del paisaje.
    El gusto del pintor por el naturalismo y lo anecdótico se pone de manifiesto en las actitudes y vestimentas de los personajes.

  • Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, perteneciente al Museo de Bellas artes de Sevilla, obra procedente del convento de la Merced, donde según Cean Bermudez se situaba junto a la puerta lateral de la iglesia que actualmente es la sala V del museo de Bellas Artes de Sevilla.
    Hoy no se discute la atribución a Roelas de esta obra que Valdiciesa sitúa entre 1610-15, basada tanto en los aspectos técnicos y estilísticos como en los comentarios que realiza su contemporáneo Pacheco en el "Arte de la Pintura"

  • Virgen con el Niño del Real Alcázar de Sevilla (Patrimonio Nacional) es la primera vez que se expone al público.
    Obra de evidente calidad y belleza, pudiéndose señalar algunas concomitancias con pinturas coetanas como con Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, del Museo de Bellas Artes de Sevilla. El discreto y elegante modelo concebido para la Santa, se repite de forma muy parecida para la Virgen de esta versión, que en definitiva es ya el tipo de Madonna establecido en 1605 para la Circunscición o la Adoración de los Pastores del retablo Mayor de la antigua iglesia de la Casa Profesa de los Jesuitas de Sevilla, hoy Iglesia de la Anunciación.

  • Presentación de la Virgen en el Templo Tiene pareja con el cuadro de la Anunciación, actualmente situado en la escalera principal del Palacio Episcopal de Huelva, procedentes de la Catedral onubense. Por sus dimensiones notablemente alargadas, se piensa que formarían parte de las calles laterales de uno de los retablos de la iglesia conceptual.

  • La Gloria, obra perteneciente a la Catedral de Sevilla, en ella se advierte la clara influencia que la escuela veneciana ejerció sobre la producción artística de Roelas y especialmente se constata el poderoso influjo de Tintoreto, de hecho la estructura compositiva de esta pintura, toma como referencia las representaciones del tema "La coronación de la Virgen", ejecutada por el pintor veneciano y, de forma concreta se advierte influencia de la versión conservada en el museo de Louvre de París.
  • La Resurrección de Santa Leocadia del Hospital del Niño Jesús de Madrid. La obra representa el milagro realizado por la santa en presencia del rey y del arzobispo San Ildefonso, ocurrido en el interior de la catedral de Toledo, donde estaba enterada .

    Estando en oración san Judas ante el sepulcro de la santa en presencia del rey Recesvinto y su corte, se desplazó la loza que cubría el sepulcro. Santa Leocadia salió cubierta de un gran velo y se dirigió al arzobispo con palabras de alabanza por su onda devoción a la Virgen y por defender sus prorrogativas.
    Esta obra sufrió un robo en el año 2004, fue recuperada con notables daños y ha sido restaurada.

  • San Ignacio de Loyola ante la Inmaculada y la Trinidad. Perteneciente a la iglesia de la Compañía de Jesús, representa a San Ignacio acompañado del los santos hispalenses y de santa Juana que asiste a la coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad. La técnica pictórica de cuadro es muy variada, desde la expresión realista de algunas figuras con los rostros cargados de misticismo, hasta la zona que representa al cielo elaborada con mayor descuido. Con toda seguridad la parte superior de cuadro con el grupo de la Inmaculada y el mismo paisaje será obra del artista, mientras que el grupo de la Trinidad es obra del taller.

  • Jesús camino del Calvario La figura monumental de cristo domina la composición que aparece bañada por una atmósfera de claroscuros realizada con la pincelada suelta y la rica paleta de tradición veneciana característica del pintor sevillano. A. Tiziano evoca el recurso de lograr con una gama de color austera, efecto de gran riqueza mediante las contraposiciones, como sucede con los contrastes entre las carnaciones, el paño blanco o el manto rojo.

  • La sagrada familia perteneciente a la diputación provincial. casa cuna., de Sevilla. Esta obra se configura como una de las más importantes realizada por el artista en su segundo periodo sevillano cuando, tras una estancia en Madrid entre 1616 y 1620, regresa a Olivares donde fallece en 1625.
    Aporta como novedad un tratamiento naturalista en la creación de los personajes y del escenario que le rodea, alejado del carácter divino y simbólico. Podría tratarse de una escena domestica extraída de la vida familiar cotidiana, por lo que el pintor logra transmitir con los santos personajes una afectividad directa y popular que tendrá gran influencia entre sus contemporáneos.

  • La Virgen de la Merced catedral de Sevilla. Juan de Roela demuestra su habilidad para componer un conjunto muy abigarrado de personajes sin distorsionar el eje temático fundacional de la composición. Dicho eje es la exaltación gloriosa de la Virgen de la Merced como Mater Omnium protectora de la orden y aquellos que son sus valedores y sus benefactores.
    Posee esta pintura la características artísticas propias de la última etapa de producción de Juan de Roelas. En ese momento la madurez del artista le lleva a conjugar en el lienzo con brillantez y eficacia un inmenso sentido naturalista marcado en expresiones de profundo sonido humano. La técnica es vibrante en el colorido y en las gamas aplicadas.

  • La Venida del Espíritu Santo del propio Bellas Artes de Sevilla. Juan de Roela realiza este lienzo para presidir la capilla del Espíritu Santo de Sevilla, que estuvo en la c/ Tetuan.El esquema compositivo es el habitual en los grandes lienzos de altar que encontramos en ala escuela sevillana del primer tercio del s. XVII. Según este esquema, el pintor divide simétricamente la escena en dos planos: celestial y terrenal, unidos ambos por la iluminación del rompimiento de gloria que cae sobre la parte inferior del lienzo e invade el espacio terrenal de la composición.
    El resultado es una composición simétrica en la que el eje central lo constituye la figura de la Virgen y en el registro superior la Paloma símbolo del espíritu Santo.

  • Martirio de San Andrés, de 1612, perteneciente al museo de Bellas Artes de Sevilla, fue realizada para el colegio de Santo Tomás de Aquino de Sevilla, tiene gran expresividad, dinamismo y movilidad. En el centro aparece San Andres crucificado en aspa y atado por ligaduras en brazos y piernas, su rostro muestra expresión resignada, asumiendo su martirio. La obra representa dos partes muy diferencias el paraiso celestial y el terrenal, según la formula que era original en toda la Europa Católica y muy especialmente en Sevilla.


Otras tres obras de este artista, la encontramos dispersas en distintos puntos de Sevilla como:

  • Retablo mayor de la Iglesia de la Anunciación de Sevilla. El lienzo principal del retablo es la Circuncisión, de grandes dimensiones (5,75 x 3,35 metros), atribuido a Juan de Roelas. En 1604 consta que se estaba realizando esta pintura, que posee un profundo contenido iconográfico que sobrepasa la escena de la Circuncisión, para convertirse en una exaltación de la grandeza de la orden jesuítica.

  • Retablo mayor de la Iglesia de San Isidoro de Sevilla: El transito de San Isidoro representa la muerte de San Isidoro. La obra está dividida en dos planos, uno la parte terrenal, representa a San Isidoro acompañado de una serie de clérigos vestidos con ropa del s. XVII, cuando San Isidoro es del S. VII, la cara de los clérigos está copiada de personajes reales de la época. El plano superior es el Celestial, representa la alegría recibiendo a San Isidoro. Obra de Juan de Róelas (1613).


  • Retablo de la capilla de Santiago en la Catedral de Sevilla La composición de esta obra, presenta al Apóstol cabalgando sobre su caballo blanco en el momento de abalanzarse sobre un tropel de aterrados musulmanes.


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